Es un cuento divertido y sorprendente. Un libro especialmente pensado para leer en voz alta. Os lo pasaréis en grande. De esos libros que vas pasando las páginas y la sonrisa se va haciendo cada vez mayor.

El protagonista es un lobo y, normalmente, en los cuentos, ya sabéis que los lobos tienen mala fama; pero, en este caso, es muy bonachón y tierno. Tiene muy mala dicción y no puede pronunciar bien las erres. Ya descubriréis por qué.

El caso es que el lobo tiene mucha hambre; pero, por mucho que lo intenta, no consigue llevarse nada a la boca. Los conejos que se va encontrando en el bosque son mucho más listos que él.

Cabe destacar también las ilustraciones de Laure du Faÿ, que juega básicamente con los colores primarios y con la tipografía de varios tamaños.